#13 SE COBRA PORFAVOR

Hablar acerca del transporte público siempre ha sido un tema relativamente aburrido, porque uno nunca se da a la tarea de pensar en algo que realmente tenga importancia acerca de éstos, ya que nos limitamos a verlos como unas unidades de transporte que la mayoría de las veces funciona bien y que siempre están calurosas por dentro. Pero dentro de ese contexto surge una de las interacciones más básicas de todo ciudadano de esta capital: El pasar el pasaje.
Pasar el pasaje/cambio en la combi es, sin lugar a dudas, una de las interacciones más básicas que puede haber entre dos agentes acá en Tuxtla Gutiérrez. Si bien es cierto que es nula en muchas veces ya que uno termina siendo el usuario solitario en una ruta cuando va en camino hacia su destino, la comunicación básica surge en el momento en el que un agente le dice al otro “¿Podría pasarlo por favor?”.
En el colectivo podemos también aprender a perfeccionar nuestras relaciones personales con otra persona, ya que:
“El transporte público es un aula. Con personal cambiante en cada paradero. Las lecciones son breves pero continuas. A veces, los mensajes son profundos. No hay maestro señalado. Cada uno da la cátedra que puede dar, lo que le sale de lo que es. Y cada cual aprende lo que decide aprender.” (López, T. INVITACION A CONVIVIR: cómo humanizar las relaciones interpersonales. 1986. p.126.)
Si bien es cierto que desde nuestro hogar se nos ha enseñado a cómo interactuar con las personas cuando estemos en la calle o en una fiesta rodeados de amigos, éstos son principios fundamentales para el desarrollo de una personalidad dentro de la sociedad y que pueda ayudarte a ser mejor cada vez más en tu interacción con las personas.
Ahora bien, es cierto que los humanos ya con el paso del tiempo hemos podido desenvolver nuestra capacidad del habla y la hemos desarrollado de una manera tal que ahora es algo indispensable para nuestro diario vivir, pero aún si no la tuviéramos seríamos capaces de emitir señales y de poder comunicarnos con otras personas a través de señales y signos que pudieran ayudarnos a entender lo que la otra persona nos quiera decir. Martín Serrano nos ayuda a explicar este asunto al decir:
Los Actores humanos pueden comunicarse también por la comunicación animal, es decir, el hombre se sirve igual que algunos animales de las cosas de la naturaleza, también disponen de otros instrumentos biológicos de comunicación equivalentes a los que poseen otras especies, sin embargo, el hombre ha conseguido transformar una formas de energías en otras para así generar señales más rápidas, es por esto, que las representaciones de la mente humana son más complejas y diferenciadas (Serrano, M. 2007. Rescatado de mayetzilopezrodriguez.blogspot.mx/2015/10/tema-1.html)
Me interesa mucho el hecho de que los mexicanos, casi siempre por naturaleza buscamos nuestro propio bienestar por encima del bienestar de otras personas, pero estos tipos de casos en particular son las pequeñas excepciones que uno ve en la sociedad. Y cualquiera se atrevería a pensar que realmente no buscamos el bienestar del otro en sí, sino que estamos cumpliendo una norma básica de interacción que tiene que beneficiarnos a todos porque si no el chofer del transporte podría tomar represalias contra nosotros y decidir no transportarnos (es poco probable, pero se han dado casos en otros lados del mundo donde las acciones son así cuando no se paga un pasaje). Claro, nunca está de más hacer mención en aquellos mexicanos que siempre buscan hacer de su país un lugar mejor para todas y todos. Aquellos que siempre están dispuestos a hacer cosas que otros probablemente no, pero que siempre lo harán pensando en las ventajas y los beneficios que estos cambios, que estas acciones y que estos pequeños actos de bondad traerán un beneficio para todo el pueblo mexicano.
Pero después de un viaje en una ruta me puse a pensar en cómo seríamos nosotros los mexicanos de estupendos para estar comunicándonos cuando no hubieran medios masivos de comunicación como celulares o televisiones. Creo firmemente que el mexicano tiene la capacidad de poder estar comunicándose con otra persona sin problemas aun estando sin un celular, ya que siempre hemos tenido ese ingenio callejero de poder comunicarnos las cosas cuando pasan, y siempre llegan a todos (realmente estoy haciendo una analogía al chisme que siempre se ha dado en las calles cuando no habían televisores en comunidades retiradas y demás medios que hicieran la comunicación a grandes distancias un hecho posible), especialmente estando dentro de un pueblo pequeño, porque ahí las calles son las que dominan todo medio de comunicación existente.
Cuando los medios de comunicación no funcionan de forma equitativa, la calles se vuelven el soporte ultimo de comunicación directa con los vecinos; para el artista es también un sitio donde interactuar con el público de otra forma que en las galerías y museos. Los sitios donde se generan los encuentros y la comunicación primera entre todos forman el primer lugar de la democracia.” (Extraído de cawtown.wordpress.com/2010/11/10/las-calles-como-medio-de-comunicacion-ciudadano/)
Y ante todo sigue estando en pie la propuesta de la génesis de la comunicación que nos menciona que entre dos individuos siempre hará, de una manera u otra, cierto tipo de comunicación. Aun cuando cruzas miradas con el que está delante de ti en la fila de las tortillas haces comunicación. Básica, pero al fin comunicación.
Y es que es de maravillarse la manera en la que el mexicano, desde tiempos atrás, ha sido capaz de ser el mejor ejemplo en seres humanos de la teoría que explica Martín Serrano. Desde que se hacían las pequeñas interacciones entre dos jóvenes indígenas cuando se ven y ya el muchacho empieza a pensar en la propuesta de matrimonio para esa joven, hasta el ejemplo con el que esto blog empieza: pasar el cambio en el transporte colectivo.

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